Los cables eléctricos de mala calidad pueden producir bajadas de voltajes al encender demasiados electrodomésticos, también pueden provocar que los fusibles salten sin motivo aparente o que los protecciones e interruptores se calienten en exceso.
Pero hay dos motivos que son vitales a la hora de decidirse por comprar cables eléctricos de calidad o cables eléctricos malos:
El primero es que con los cables de mala calidad se producirán cortocircuitos, sobrecargas y hasta podrán llevar a un incendio en su vivienda. Utilizar cables eléctricos de mala calidad o no certificados son un riesgo para la instalación, para su vivienda y para su familia. Los cables eléctricos son componentes importantes de una instalación, por ello debemos asegurarnos de que sean cables eléctricos certificados que cumplan con la normativa
Y el otro motivo, también a tener en cuenta, sobre todo ahora que la economía no va todo lo bien que debería, es que cables de mala calidad pueden llevar a un consumo excesivo de energía eléctrica. La instalación puede tener “puntos de fuga” por culpa de cables eléctricos malos. A través de ellos se puede estar fugando energía eléctrica por el desgaste del material aislante, lo que provoque que consumamos más energía eléctrica de la que deberíamos.
Por la seguridad de tu familia, por la del medio ambiente y por la de tu bolsillo apuesta por cables eléctricos de calidad. No permitas que un pequeño ahorro ponga tanto en riesgo.
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