Una de las partes más importantes de un sistema eléctrico es, curiosamente, la protección de tierra. Normalmente se conoce con el nombre de puesta a tierra, toma de tierra o simplemente tierra, y se trata de un cable cuyo aislante suele ser verde y amarillo, que está conectado a las partes metálicas de la estructura del edificio y a una pica enterrada en el suelo, que le da su nombre.
La característica principal de este cable es que tiene muy baja resistencia, por lo que en el caso de un fallo eléctrico, la corriente tenderá a ir por él, y no por el cuerpo de una persona. En casi todos los enchufes de la casa se encuentra un contacto especial para la toma de tierra, y ya depende del aparato el utilizarla o no.
Un fallo en un aparato puede producir un contacto directo o por humedades en su interior, alcanzando sus partes metálicas. Si estas están puestas a tierra, la electricidad se desviará por el circuito de tierra, evitando que pueda dar corriente a las personas.
Para realizar la obra que conlleva instalar una puesta a tierra, lo mejor es contratar unos especialistas, los cuales además tienen en su página una explicación de como realizarla.
Esta protección de tierra se complementa con un interruptor diferencial, un interruptor automático que controla la intensidad de corriente que pasa por sus dos cables, fase y neutro. Si éstas son diferentes, significa que el existe una derivación a tierra en la instalación, por lo que esta ya no es segura y se abre.
En el caso de que el interruptor diferencial de casa se disparé, es necesario desenchufar todos los aparatos e ir enchufandolos uno a uno para detectar cual de ellos está estropeado, y así poder llevarlo a arreglar.
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